4º ESO

En 4º ESO también hay magníficos escritores. Nos lo han demostrado.

Seguramente te sorprenda recibir esta carta. La verdad es que ni yo misma me imaginaba haciendo algo así, pero supongo que nunca está de más recordar a las personas especiales porque las quieres a tu lado.
Reconozco que al principio me daba miedo arriesgarme, creemos que no queriendo, evitaremos sufrir, pero que sea más fácil, no significa que sea mejor.
Siempre me has dicho que hay que dejarse llevar, disfrutar de lo que tenga que venir, y ¡menos mal que te he hecho caso!, porque gracias a ello, tengo a día de hoy a mi lado a la persona con la que quiero compartir mi tiempo, que, aunque no lo parezca, es lo más valioso que le puedes dar a alguien porque, una vez invertido, jamás se recupera.
No voy a negarte que me asusta perderte, que alguien se de cuenta de lo increible que eres y pueda disfrutar de ti como yo tengo la suerte de hacer ahora. Llámame tonta, pero en todo  lo relacionado contigo voy a ser simpre muy egoista.
He de confesarte que me encanta perderme en tus ojos, que dices que son marrones, que no tienen nada especial, pero no te haces idea de todo lo que me hacen sentir, a veces incluso me quedo embobada mirándolos, mirándote.
Para finalizar esta carta, quería decirte que te quiero, te quiero como no he querido nunca a nadie.
También quiero pedirte que te quedes, que no te marches por muy cabezona e insoportable que me pueda llegar a poner en esos días en los que no me aguanto ni yo.


Saber que eres mi vida,
pensar en tí cada día,
escuchar tu voz,
y decirte que eres la luz de mi alma,
juntos por la mañana,
a la luz del alba.
Cogerte de los brazos
y susurrarte las buenas y malas
que vivimos.
Acariciándote mientras te digo
que como tú no hay nadie,
cada mes te digo que
cada vez te quiero más...



 Cómo puede ser que no aguante un día sin sentirte, sin respirarte...Consumes mi alma, haces que mi cabeza arda y que mi boca suspire humo... mi interior es un incendio.
Y caí, fui un blanco fácil, no te fue difícil tenerme entre tus redes...Primero, me salvaste de mi misma; de mi mundo sin sol, del mar en el que me estaba ahogando... para después, sumirme de nuevo en aquella oscuridad.
Cobarde fui al no decirte que eres mi plan A, B, C y hasta la Z, el blanco de mi negro, el callejón sin salida en el que me quedaría atrapada de por vida...
Te quiero, nunca lo sabrás .

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